Un ángel, y nunca mejor dicho, se le apareció el día 19 de agosto del año pasado al pequeño Kousuke de 10 años en la montaña sagrada de Japón, el monte Fuji, cuando a casi 3.000 metros de altura, en la ruta Subashiri, se encontraba semi inconsciente por una caída y un fuerte golpe en la cabeza. Su madre, Maeta, se había quedado con él esperando su rescate mientras que el padre bajaba a pedir ayuda. Fue una casualidad que el policía local de Altea, Ángel Tous, descendiera por la montaña sagrada de Japón junto a su mujer y que ambos se percataran de la gravedad del pequeño.
El rescate «fue una pequeña odisea por la dificultad del terreno volcánico», según relató ayer el agente, y finalmente, tras más de dos horas de descenso, «el niño fue puesto a salvo y trasladado a un hospital».
Ángel y su mujer estaban en Japón de vacaciones y aprovecharon su estancia en Gotemba, a los pies del Fuji, para subir a la cima situada a 3.776 metros de altitud. «Fuimos por la ruta Subashiri, una de las cuatro rutas recomendadas», afirmó. En el descenso oyeron los gritos de auxilio de la madre del pequeño. «Nos acercamos y vimos que el niño expulsaba sangre por la nariz y la boca». El agente le practicó los primeros auxilios. Desde el puesto de socorro «nos dijeron que teníamos que bajar a pie forzosamente porque no era posible el acceso de vehículos ni helicópteros». Ángel Tous cargó al niño en su espalda y bajó «por un terreno difícil y pedregoso lleno de rocas volcánicas sueltas». El pequeño Kousuke se desmayó en varias ocasiones «y mi mujer ató un jersey alrededor de mi cuerpo colocando al niño para que no cayera en el descenso», relató el agente.
La acción del policía alteano no quedó en el olvido, y a principios de esta semana el Ayuntamiento de Altea recibía la felicitación del embajador de España en Japón, Gonzalo de Benito, quien trasladaba «el reconocimiento manifestado por la ciudad de Gotemba, en la Prefectura de Shizouka, a Ángel Tous García, que rescató durante su descenso del monte Fuji a un niño que se encontraba en dificultades». El embajador remitió un certificado de agradecimiento y apreciación firmado por el Comisario Superintendente en Jefe de Gotemba «como prueba del reconocimiento de las autoridades niponas». Por su parte, el alcalde de Altea, Jaume Llinares también ha felicitado al agente «en nombre de toda la corporación municipal».